En el día de hoy hemos
entrevistado en el edificio del Ministerio de Asuntos Exteriores de
Israel al Sr. Lior Ben-Dor, portavoz de la Cancillería con una ya
abultada carrera diplomática que, además de llevarlo a varias
latitudes de este mundo, lo ha convertido en un “todo terreno” de
la comunicación política.
¿Cómo darse cuenta que
alguien es un 4x4 de la comunicación política? A ciencia cierta es
difícil saberlo pero, esto no quiere decir que con determinados
recursos no podamos intuir quien es un buen estratega comunicacional
y quien no. George Lakoff en su libro “No
pienses en un elefante. Lenguaje y debate político” nos brinda
unas pinceladas de teoría que tal vez nos ayuden a entender a
señores como el que hoy hemos entrevistado.
Los
marcos
Durante
las dos horas de cordial diálogo hemos tratado buena parte de los
temas conflictivos, tanto históricos como actuales, uno de ellos fue
el muro de Cisjordania, expresión a la cual respondió definiéndonos
que dicho “objeto de contención” no era un muro en sí, sino mas
bien una barrera o valla de separación, bajo el argumento de que
sólo el 3% era de concreto. Ante la definición que le proponíamos
-muro-el nos dio el marco y las condiciones de la discusión -valla-,
le hemos dejado discutir en el terreno que él nos llevó y no el que
nosotros propusimos “nunca hay que
discutir con el adversario utilizando su lenguaje, porque implica su
marco, no el tuyo”
decía Lakoff en su prólogo, bueno, ya hemos comenzado con un 1-0 en
contra.
Modelos
de família
Otro
objeto de análisis en el libro de Lakoff son los modelos de familia,
utilizándolos para distinguir las estrategias comunicativas de los
conservadores y los progresistas. Distingue entre la familia del
padre estricto -conservador- y la familia del padre protector
-progresista-, no me pondré a explicar toda la teorización de
Lakoff sin embargo, es interesante lo que nos propone en relación al
primer modelo de familia.
(...)“En
tanto que autoridad moral, ¿cómo actúas con tus hijos? ¿Les
preguntas acaso lo que deberían y no deberían hacer? No. Se lo
dices tú. Los niños hacen lo que les dice su padre. Sin rechistar.
La comunicación se produce en una sola dirección(...) Si esto lo
proyectamos a la política exterior, significa que no se puede
renunciar a la soberanía(...)No tenemos que preguntarle a nadie
más”(...)
Efectivamente,
si contáramos las palabras seguramente veríamos que lo más
repetido por el Sr. Ben-Dor han sido tres palabras, “Ley y orden”.
Con dichas palabras se refería constantemente al “cómo” de las
sociedades para que los israelíes estén tranquilos. Es igual si el
país aliado es dictatorial, lo importante es la “Ley y el orden”
que le pueda dar seguridad al Estado de Israel, de esta manera, todo
lo que quede fuera de dicho concepto y su interpretación israelí no
solo que no será aceptada sino que ni siquiera será escuchada.
Política
exterior
El
modelo de familia del padre estricto aplicado a la política exterior
no solo no permite desarrollar negociaciones entre partes iguales
sino que es una denigración constante hacia aquellos países que
evidentemente no están en igualdad de condiciones. Significa un
menosprecio constante, este tipo de paternalismo en las relaciones
internacionales es un obstaculo intencionado hacia cualquier intento
de solución de conflictos y, evidentemente el conflicto de Medio
Oriente no es ajeno.
En
fín, finalizo con la reflexión de Lakoff sobre lo que debe de ser
la política exterior, esperando que las partes en conflicto algún
día lo tomen en consideración.
“En
política exterior, los problemas del mundo no pueden resolverse con
iniciativas de un solo Estado. Hay que reconocer la interdependencia
global, Estados Unidos será un lugar mejor si el mundo es un lugar
mejor. Hace falta una política exterior basada en valores (educación
de la mujer, energías renovables, proveer de comida, agua, salud,
derechos). Normas morales “nutrientes” (nurturant),
protectoras, empatía y responsabilidad, honestidad,
interdependencia, violencia mínima. Multilateralismo,
interdependencia y cooperación internacional. Una política moral no
puede caer en lo que hacen los terroristas, violencia contra personas
inocentes”